/*Codigo para emoticonos*/

domingo, 24 de junio de 2007

Jugando

- Lo estas haciendo muy bien preciosa, así inclínate un poco más. Quiero ver esas braguitas tan lindas. Ummmmm, me encanta.

Me excita exhibirme para ti, ver como tu cara, habitualmente tan seria, se transforma. Te brillan los ojos, se humedecen tus labios, se entreabre la boca y sonríes de forma tan lasciva que solo con verte todos los poros de mi piel se abren y empiezo a destilar ese perfume tan particular que sé que te pone a cien.

- Súbete un poco más la falda... ¡Dios, que culo tienes!

Si supieras como me pone tu voz no serías tan tacaño con lo que me dices. Sí, sé lo mucho que te cuesta decir según que cosas pero tampoco fue fácil para mí hacer posturitas ante ti dejando a un lado el pudor y los complejos. Necesito que te desinhibas, que me pierdas el respeto, que me digas lo que estoy deseando oír, esa palabra que hará que me vuelva loca y solo desee ser tuya y que hagas conmigo lo que quieras.

-Siéntate, abre bien las piernas, tócate por encima de las bragas. ¿Estas caliente, verdad?

¡Cómo no voy a estar caliente! Si en lo único que puedo pensar es en tu polla. Ves... no cuesta tanto ser soez. Claro que... pensar que estoy caliente como una perra y que quiero que me folles como a una puta, no es lo mismo que decírtelo. Solo de pensarlo me he ruborizado, lo noto. Me quema la cara ¡Si fuera sólo la cara!
El algodón de la braga se pega a mi piel, estoy empapada. Cada caricia es más intensa que la anterior, mis dedos presionan sobre la tela intentando abrir los labios de mi sexo para rozar aunque sea mínimamente el clitoris. Lo único que consigo es hundir la tela y el roce es a medias doloroso, a medias placentero.

-Quieta, las manos sobre el reposabrazos.

Tus ojos fijos sobre mi sexo mirando los labios remarcados por la tela húmeda de las bragas, de esta forma quedan aún más expuestos que si estuviera desnuda. Mi sexo palpita, la sensación es tan intensa que creo que hasta tu lo puedes ver.

-Desabróchate la camisa. Así, apártala un poco. Te van a reventar los pezones... Bájate el sujetador. Quiero verlos sin tela de por medio. Pellízcalos.

Te lo estás tomando con calma y yo estoy al borde del orgasmo. Déjame que me masturbe para ti. Necesito que veas lo cachonda que me pones y que sepas que soy capaz de todo por ti.

- No te muevas. Cierra los ojos y no los abras hasta que yo te diga.

Ummmm, eso de no ver me pone un poco nerviosa. ¿Sigues mirándome? Me cuesta mantenerme inmóvil ignorando las ordenes de mi cerebro que inducido por mi sexo me dice que me tire sobre ti y te cabalgue salvajemente hasta que explotes dentro de mi. Me contengo, me duele el sexo de tanto contener el orgasmo.

Ohhhhh, algo metálico y frío recorre mis muslos ascendiendo despacio. Eso no me lo esperaba. Te noto tan cerca que casi puedo sentir tu calor. Esa cosa de metal se mete por debajo de mis braguitas, sobre mis ingles.
"Clic, clac" La tela cae. ¡Son unas tijeras! Despacio sigues con tu juego. Acaricias con el metal y cortas la ropa. Rozas casi como si fuera un descuido mis partes más sensibles para hacerme saltar. Un roce más y acabaras con mi control.
Me tienes ahora completamente expuesta. La blusa desabrochada, los pechos libres del sujetador, la falda enrollada en la cintura, mi sexo desnudo.

-Abre los ojos.

Estas arrodillado frente a mi, mi sexo a la altura de tu ojos, palpitando.

-Estas empapada. ¿Te gusta que te trate así?

Hundes tus dedos en mi sexo y empiezas un mete saca frenético. Buscas mi boca, me besas, me muerdes. Pellizcas mis pezones, estrujas los pechos. No puedo resistirlo más

- ¿Te vas a correr para mi, puta?

Lo has dicho susurrándolo en mi oído y tus tus dedos se han hundido más y mas dentro de mi. Exploto en un orgasmo increíble. No puedo parar de gritar. Sacas tu mano empapada, lames tus dedos y me abrazas con fuerza. Acabamos tirados por el suelo, tus ojos me miran con deseo.

-Te voy a follar hasta que me digas que pare, puta.

El comentario me vuelve a poner al borde del orgasmo y sé que esta noche será difícil de olvidar y que tal vez no te cueste tanto, otro día, volver a decir esa palabra que tanto te ha costado soltar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Anónimo Veneciano.

Visitando el blog, buenos relatos como siempre. Siempre están impregnados por el buen gusto y buen escribir. Y me provoca que se me dispare la imaginación.

Un poquito de exhibición para dar ejemplo no estaría nada, nada, nada ... mal.

Un beso preciosa.

Anónimo dijo...

M'agrada tot el blog pero aquest de "jugando" m'ha agradat especialment. Està ben escrit i t'enganxa a llegir-lo. Es precios i et transporta a dins la situació.
Petonets tendres.
Lluis.